En
esta nueva entrada hablaremos sobre las últimas tres entradas que vimos en este
bloque que son: Ideas y creencias”, de José Ortega y
Gaset, Creer, saber y conocer, de Luis Villoro y Psicología colectiva de las cosas y otros
objetos de Pablo Fernández Christlieb.
En esta unidad se hablo sobre cómo es
que llegamos al conocimiento mediante percepciones, suposiciones, creencias y juicios que tenemos sobre los que vemos o
lo que se nos presenta.
Pero que es el conocimiento: de un
modo general podemos entender por conocimiento todo saber que se puede
justificar racionalmente y que es objetivo. En este sentido distinguimos el
conocimiento de la mera opinión, de la creencia, de la fe o de las ilusiones de
la imaginación.
El conocimiento fue concebido ya desde la antigüedad de dos modos diferentes: bien como una imagen o representación mental del objeto conocido (por los estoicos, por ejemplo) o bien como una proposición verdadera (como es el caso de Aristóteles), dando lugar a distintas interpretaciones de sus características y valor a lo largo de la historia de la filosofía.
El conocimiento fue concebido ya desde la antigüedad de dos modos diferentes: bien como una imagen o representación mental del objeto conocido (por los estoicos, por ejemplo) o bien como una proposición verdadera (como es el caso de Aristóteles), dando lugar a distintas interpretaciones de sus características y valor a lo largo de la historia de la filosofía.
En
la primera entra que discutimos fue la de IDEAS Y CREENCIAS que nos dice no
dices como los autores Ortega y Gasset hacen un referente obligado
en la filosofía española del siglo XX, en el caso particular de su obra Ideas y
creencias nos aborda el origen del pensamiento humano en una perspectiva de diferenciar
las ideas de las creencias como origen de la verdad, la ciencia, la religión y
la idiosincrasia. El origen de toda forma de pensamiento surge por la enorme
necesidad del hombre de cuestionar el pensamiento status quo, es decir, empieza
a partir de una duda, duda que surge por la insatisfacción provocada por los
desajustes entre las ideas y creencias del hombre. Pero el camino de la duda es
el paso al Conocer del hombre y este a su vez en un proceso complejo lo conduce
al Saber.
Como
comenta mi compañero José Daniel Cortez:
la
diferencia que existe entre tener un pensamiento u ocurrencia y tener una
creencia, explica como una idea se "tiene" y una creencia se vive. En
palabras del mismo autor:" En Efecto, en la creencia se está, y la
ocurrencia se tiene y se sostiene. Pero la creencia es quien nos tiene y
sostiene a nosotros"
Cuanto
se tiene un pensamiento se argumenta y se cuestiona. Cuando tenemos una
creencia simplemente la vivimos, no cuestionamos nada. El auto da un ejemplo de
un sujeto que al salir de su casa nunca se pregunta si estará la calle ahí,
donde siempre, claramente confía fervientemente que ahí estará como el día
anterior y el día anterior a este. Es por esto que decimos que la creencia no
es digna de argumentos.
Otras
de las cosas que hablamos en esta
lectura fue la duda y a lo que el menciona fue lo siguiente: la
"duda", diciendo que en la duda también se está, como en la creencia,
nada más que en lugar de ser vista como algo seguro o confiable, es todo lo
contrario, la duda nos da inestabilidad. El auto menciona que es como un
abismo, es algo en lo que no confiamos, en pocas palabras da miedo. La duda
menciona Ortega y Gasset que no es un "no creer", más bien es un
"creer que no".
En
los huecos de nuestras creencias, siempre se buscan rellenar con ideas, estas
imaginaciones que en general lo que buscan es no vivir en una realidad de
dudas, de inestabilidad, más bien todo lo contrario, por esto pensamos y
buscamos pensamientos que nos acerquen a una estabilidad.
Con lo mencionado anteriormente se podría
llegar a decir que se podría llegar a
decir que la duda es el punto de partida para que el hombre explique su
realidad, la cuestione o la acepte; porque se encuentra satisfecho o no con lo
que cree, es decir su experiencia de vida es la búsqueda de la verdad y la
aceptación de esta.
En
nuestra segunda entrada hablamos de la lectura creer,
saber y conocer en donde entendí
que así como podemos decir que en el
lenguaje ordinario “saber” puede usarse en varios sentidos, “tener sabor”,
“saber qué” y “saber” seguido de un verbo en infinitivo. Saber en este sentido
es un simple homónimo de “saber” como termino epistémico. “saber que “se usa
después de una oración que menciona un hecho. “Saber cómo” en cambio se usa
seguido de un verbo, generalmente en infinitivo, que menciona una actividad.
“saber hacer” no se refiere a una proposición sino a una actividad compleja:
esta no puede ser verdadera ni falsa, simplemente existe o no.
En otras ocasiones “saber” tiene el sentido de “darse cuenta” o “prestar atención”. Suele usarse para distinguir un acto consciente de otro irreflexivo. “saber” implica comprender el sentido de un hecho o de un acto, darse cuenta de sus implicaciones, percatarse de su importancia, pero no necesariamente dar razones que lo justifiquen.
En otras ocasiones “saber” tiene el sentido de “darse cuenta” o “prestar atención”. Suele usarse para distinguir un acto consciente de otro irreflexivo. “saber” implica comprender el sentido de un hecho o de un acto, darse cuenta de sus implicaciones, percatarse de su importancia, pero no necesariamente dar razones que lo justifiquen.
Mi compañera Andrea Morales reflexiona sobre este
tema y nos menciona: ¿Cómo es que sabemos que algo es
verdadero? ¿Existe una verdad absoluta? ¿Es lo mismo una creencia que un saber?
¿Un saber que un conocimiento? El tema del conocimiento nos lleva a un tema muy
extenso y tal vez un poco difícil de comprender, pero comencemos por el “Creer”
¿Qué es el creer? Villoro nos dice que el creer es el no estar seguro de un
hecho, es cuando creer que es real, pero no cuentas con las pruebas necesarias
para darlo por verdad, en cambio, el saber es cuando estas pruebas se tienen y
se puede asegurar que el hecho es real o falso.
Para seguir, ¿qué es el conocimiento? Menón nos
explica que “…el conocimiento es más valioso que la creencia correcta,
porque a diferencia de ella, el conocimiento es una atadura… El
conocimiento, a diferencia de la creencia, es una guía de la práctica, firmemente
asegurada en razones.”
Lo que
yo me di cuenta relacionada con esta lectura sobre mi vida diaria es que muchas veces decimos un
creo sin fundamentos es necesario saber
que es muy importante saber tomar una decisiones correctas, bien pensadas, analizadas y con fundamentos.
En nuestra
última y tercera entrada analizamos el tema de Psicología
colectiva de las cosas y otros objetos
la cual la lectura nos dice sobre los objetos como tenemos la percepción
de ellos. También habla de cómo el texto argumenta que: 1) la percepción y la sensación
son construcciones históricas y culturales; 2) existe una correspondencia entre
la manufacturación humana de objetos físicos y conceptuales, por una parte, y
la aparición de los distintos sentidos de la percepción, por la otra; 3) dentro
de la cultura, se da otro modo de aprehensión o experienciación de la realidad,
que no es perceptual ni sensitivo. Para elaborar esta argumentación se hace un recorrido
histórico de la Edad Media hasta la Edad Contemporánea.
A principios de la Edad Media, solamente existía un color: el rojo. A finales del siglo veinte, un monitor regular de computadora reproduce 60,000 colores. Explicar el hueco entre ambos datos es la pretensión de este texto. Ni el ojo medieval estaba tan ciego, ni el ojo vigesémico es tan perfeccionado. Son iguales.
A principios de la Edad Media, solamente existía un color: el rojo. A finales del siglo veinte, un monitor regular de computadora reproduce 60,000 colores. Explicar el hueco entre ambos datos es la pretensión de este texto. Ni el ojo medieval estaba tan ciego, ni el ojo vigesémico es tan perfeccionado. Son iguales.
Algo
que comenta mi compañera Brianeth Villegas en su blog sobre el tema es: La manera en que percibimos
las cosas ha cambiado con el paso del tiempo, Pablo Fernández hace un
recuento en la que lo explica claramente, su ejemplo comienza en la Edad
Media con un cofre, que se convierte en cajón, cómoda, vitrina, la
computadora, objetos que hemos utilizado para guardar las cosas más importantes
que tenemos. Va de lo general hasta lo más específico;
un cofre en lo que únicamente encontramos las cosas de valor de una manera
desorganizada, para terminar con la computadora, donde almacenamos una gran
cantidad de datos e información de manera organizada y clasificada.
En
conclusión puedo decir que todos los conceptos que vimos durante este bloque se
relacionan con nuestro día a día, ya que muchas veces se basan en creencias o
en pensamientos que aun no descubrimos si existen o no
Todos
hablamos del conocimiento, diciendo: “conozco el tema”, “conozco la materia”, “conozco
sobre ello”, etc. Pero dentro de nuestras dudas más comunes se encuentra
la de no poder definir con precisión “¿qué es el conocimiento?” Más aún como
pregunta Villoro “¿en qué condiciones algo puede calificarse de conocimiento?”
Se dirá que no es necesario preguntarse sobre cosas tan elementales, pero
si uno lee el libro, se entera, cómo es que esas nociones elementales forman
parte del dispositivo que todo sujeto pensante debe poseer, tenerlo como
instrumento en el trabajó de pensar junto con los otros, por ejemplo, la
posibilidad de un mejor mundo.
Y
en general puedo decir que lo aprendido
en este bloque tiene que ver mucho con mi carrera y aparte con mi vida diaria,
ya que es muy importante saber cómo expresarse de la manera correcta con los demás,
ya que como en mi área se maneja la salud de una persona el dar por una
creencia o un creo o un pienso que puede ser una decisión mal y eso
significa atentar con la salud de alguien más.
Fuentes:
Christlieb,
F. (s.f.). Psicologia colectiva de las
cosas.
Gasset, O. y.
(s.f.). Ideas y Creencias .
Villoro, L. (s.f.). Creer, saber y conocer